Hipervínculo
Fragmento
Y: Las historias que viví, han muerto entre tus cabellos, entre los recuerdos de tu alma, entre las sonrisas, entre tus ojos de castaña. Quebraste el espejo de nuestros reflejos, donde ya no podía ser más que un trozo. Te alcancé un segundo antes que te convirtieras en blanco clavel, y hoy me dijiste que debería haber dejado cerrar los pétalos de la incertidumbre. Desde antes ya había comenzado a morir. Ahora sólo puedo mirarte con un solo ojo, y hablarte con una lengua que dices desconocer. Quizás olvidar ser considerado sea la mejor manera de sobrevivir. Sólo puedo decir que, finalmente, hay casos que el alcohol verifica, que los ojos se abren hacia adentro y que los látigos son invisibles.
Por Ethannia
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